domingo, 24 de febrero de 2013

En las garras de los acosadores cibernéticos


En las garras de los acosadores cibernéticos
Por  Ricardo Miranda Rodríguez 

         Durante la pasada semana se estuvo hablando acerca de la muerte de una joven por causa de comentarios publicados sobre ella  en la página “Gossip Girl”.  Esta es una de las tantas páginas que circuncidan en las redes sociales como "spot" de revelaciones sobre las intimidades de otros. En este tipo de página se publican comentarios y fotos de jóvenes de diferentes partes de la Isla. Ya sean cosas que nadie sabe de la persona, hasta cosas que la persona hace en su vida personal que no le conciernen a nadie u otras que se inventan con tal de denigrar a la persona.  Esta nueva manera de llegar a la juventud se ha hecho muy famosa. y cada vez estas páginas están tomando más auge, extendiéndose a más y más escuelas. 

          El acoso en Puerto Rico ha llegado a tal extremo, que ya no basta con crear páginas falsas sino que se crea una en donde se habla de todo el mundo, o sea, todo el mundo lo ve. Estas páginas se prestan para molestar, humillar, y burlarse de cualquier joven que haya sido escogido como carnada. Ya no basta con molestar físicamente, sino que publican tu vida y tus intimidades.  Y si no haces nada mal, hasta se inventan cosas para molestarte. El problema es que lo que tal vez empieza como una forma de "entretenimiento" o vacilón, causa gran dolor y vergüenza a los que son el blanco de las burlas. Muchos no tienen la fortaleza emocional, ni son capaces de ignorar los comentarios que se hacen sobre ellos. ¿Lo peor? Que mientras cada día pasa cualquier joven puede aparecer en este tipo de páginas.

          Estas páginas son manejadas por administradores que casi nadie sabe quiénes son, por lo que es muy difícil reportarlos. Los mismos hacen comentarios amenazadores como: "Cuídense, puedo estar entre ustedes" entre otros.  De igual forma, así como las personas que aparecen en la página desconocen de la identidad del administrador, los padres de estos jóvenes desconocen de la existencia de la página y  de que sus hijos pueden aparecer en ella. Hoy en día los niños y jóvenes tienen acceso libre al internet.  Los padres le compran celulares con data e internet y no piensan en las consecuencias que esto puede traer. En su gran mayoría, los padres no saben cómo realmente funcionan las redes sociales ni el mundo al que sus hijos pueden adentrarse. Cada día hay alguna situación de cyberbullying, pero los padres ignoran de la versatilidad de las redes y de la frialdad con la que muchos la utilizan.

          En las redes sociales se infiltran millones de personas con diferentes intenciones. Y mientras los padres no supervisen a sus hijos, simplemente sus hijos estarán expuestos a cualquier actividad. Este acoso es tal vez más peligroso que el clásico acoso escolar. Este puede ser silencioso y muy difícil de notar. Tan es así, que la pasada semana una joven se suicidó por comentarios hacia su persona a través de una red social. Casi siempre se conoce del mismo cuando la víctima ha tomado decisiones extremas ante la impotencia del acoso. El uso de las mismas muchas veces va destinado a lograr popularidad, a tener más amistades y a ser parte de lo que está "in". Es obvio que cuando  un joven se encuentra con comentarios dirigidos hacia su persona que le ganan ataques y ofensas, su reacción sea de desesperación.  Estos tampoco saben hacia dónde dirigirse ni hacia dónde buscar orientación. Los padres deben monitorear lo que sus hijos hacen en el internet y siempre estar pendientes del lenguaje no verbal de los mismos. Un gesto muchas veces dice más que mil palabras, y el día menos pensado cualquiera puede caer en las garras de la frialdad y crueldad de aquellos acosadores cibernéticos.     

NO más violencia


NO más violencia
Por Victoria L. Hernández Morales
           El Colegio De La Salle dijo presente el pasado viernes 22 de febrero de 2013 en la Tercera Marcha contra el Maltrato Infantil y la Violencia. Este evento  convocado por la Superintendencia de Escuelas Católicas de la Arquidiócesis de San Juan tuvo como lugar de partida el parque Luis Muñoz Rivera en Puerta de Tierra, San Juan. La culminación de esta marcha fue en la plazoleta norte del Capitolio donde la Senadora del Distrito de Bayamón, Migdalia Padilla Alvelo deleitó a los presentes con un mensaje que incitaba a todos los ciudadanos a recapacitar antes de actuar de manera violenta contra cualquier individuo.
           Alrededor de 60 escuelas marcharon junto al arzobispo de San Juan, Monseñor Roberto González Nieves. La superintendente de las Escuelas Católicas, Ana Cortés Crespo,  nos indicó que “el propósito de esta marcha es concienciar a quien maltrata, es un llamado a que cese el maltrato de las criaturas indefensas de nuestra sociedad.” 
           La violencia tanto física como verbal deja marcas que perduran para toda la vida, haciéndoles recordar a las víctimas su doloroso pasado. Las personas que sufren de violencia, acoso, o discriminación crecen en un ambiente negativo y muchas veces les resulta difícil romper ese ciclo de maltrato. Para disfrutar de un mejor país es necesario construirlo y exigir una mejor calidad de vida para nuestros ciudadanos . Es por eso que los estudiantes unen sus voces para crear un reclamo de indignación y repudio hacia esta situación que nos atormenta y rodea a todos diariamente. Es por eso que nuestro Colegio una vez más se unió al llamado de decir "NO a la violencia".  
           Otro de los clamores de esta marcha fue ver más noticias positivas, no más muertes, ni más suicidios por acoso o  actos violentos.  La Isla del Encanto necesita amor y paz, así que, si queremos ver un Puerto Rico mejor, debemos crear un Puerto Rico mejor. Cada individuo debe ser partícipe de la creación de un Puerto Rico donde reine la igualdad, el respeto y sobre todo: la tolerancia.

Cyberbullying: Víctimas de Twitter


Cyberbullying: Víctimas de Twitter
Por Arianna Montes
    
 

     El cyberbullying, es conocido por el acoso por medio del uso de información electrónica y medios de comunicación como emails, redes sociales, blogs, mensajes de texto, celulares y websites difamatorios para acosar a un individuo mediante ataques personales u otros medios que denigran al ser humano. A diferencia del bullying típico, este puede suceder cualquier día a cualquier hora y de distintas maneras. Ha ocurrido por medio de mensajes de texto, pero las redes sociales han sido su escenario preferido, y recientemente se ha escuchado bastante del mismo a través de Twitter. 



     Twitter es una red social que ha tomado auge en los últimos años y tiene más de 200 millones de usuarios activos. Se basa en el servicio del "microblogging" que le permite al usuario publicar mensajes de menos de 140 caracteres conocidos como tuits. Desgraciadamente  usuarios de esta red social también han sido afectados por la insensibilidad del cyberbullying. Tanto así que cada semana se reportan alrededor de 100,000 casos de cyberbullying en Twitter. 
      
     A lo mejor hemos leído acerca de muchos casos de cyberbullying, pero no hemos escuchado de cerca alguna historia directa de una víctima para poder entender la manera en que el cyberbullying le hace daño a un ser humano. A continuación les presentamos una entrevista de una joven de escuela Superior que podría ser tú o yo. Esta nos relatará cómo fue víctima a través de Twitter y cómo impactó su vida. Para que su identidad quede protegida no se revelará el nombre de la misma. 



-Cuéntanos tu historia: 


"Bueno, a pesar de que yo siempre he tenido una alta autoestima, toda mi vida he tenido complejos por mi apariencia. Entonces en vez de quedarme sentada sin hacer nada, decidí hacer algo al respecto. Así que comencé mi dieta. Mi mayor inseguridad siempre ha sido esa. Todo el mundo tiene algo, y pues, esa siempre ha sido mi "espinita". 

"Una día me metí a la computadora, y nada, puse un tuit en Twitter que en realidad no era dirigido a nadie y me acosté a dormir. Cuando me levanté vi varios tuits dirigidos hacia mí. Eran tuits insultándome  con fotos mías diciendo que debía comprarme una trotadora y un montón de otras cosas bien feas (que prefiero no decir). Utilizaron ese pequeño complejo mío, eso que todo el mundo sabe que es algo importante para mí, utilizándolo para hacerme daño: por ninguna razón. Yo no pensaba hacer nada al respecto, pero un día ya no lo podía guardar, llegué llorando a mi escuela y lo hablé con una maestra. Me preguntaron si quería hacer algo contra las personas que me insultaron, pero dije que no. Yo no me molesté con la persona como tal, sino con el hecho. Yo he estado bregando con ese complejo y he rebajado bastante, y a alguien que está intentando rebajar no le digas que es una gorda, porque yo no me siento a comerme cuarenta galletas, yo hago algo al respecto."



-¿Qué fue lo primero que pensaste?

"Pues sinceramente yo no soy una persona fácil  tengo un carácter fuerte, pero jamás jugaría con los sentimientos de alguien. Entonces al principio no entendí porqué tomaron la decisión de hacerme daño si yo no les había hecho nada, y si lo hubiese hecho, puedes ofenderme como persona si quieres pero no físicamente, porque eso no es un argumento. " 
-¿Cómo te has visto afectada por lo sucedido?

"Gracias a esas personas es que yo me he fortalecido. O sea, que lo que piense alguien no me afecta. Me he fortalecido y puedo tomar las cosas de quien vengan. Para mí, la opinión de una persona irrelevante, es exactamente eso, irrelevante. Yo me he fortalecido y he hecho algo al respecto. Estoy más saludable y lo estoy haciendo por mí, no por más nadie." 
-¿Por qué te afecto? 

"Me afectó porque ese siempre ha sido mi complejo y que alguien lo haya utilizado de una manera tan fácil, que lo dijeran así como si no fuera nada, algo que es tan difícil para mí, no es fácil... Dicen que las palabras se las lleva el viento pero eso no es así, se quedan, te trabajan y duelen." 
-Cuando sucedió, ¿buscaste ayuda?

"Yo no pensaba hacerlo porque ya estaba acostumbrada realmente, pero un día exploté y lo hablé. Me sentí mejor. El sacarlo de adentro en parte fue admitirlo y ver otro punto de vista sobre el hecho. Eso me hizo darme cuenta que además  no soy la única que pasa por esto, no importa lo que los demás piensen sobre mí, sino lo que yo pienso de mí y eso me ayudó a subir mi autoestima."  
-¿Alguna vez has hecho lo mismo?

"Sí, pero no... Lo he hecho en el sentido de juzgar a una persona sin conocerla, y de seguro no soy la única persona que hace eso, pero ir a donde una persona a humillarla, no. Sé como se siente y es horrible. Pero, sí, he juzgado a otra persona erróneamente por su apariencia física sin conocerla y me arrepiento."
-¿Qué has aprendido sobre todo esto? ¿Tienes algún mensaje para otras víctimas?

"He aprendido que tengo que tener en cuenta lo que yo valgo y eso quiero decirle a los demás.  Que siempre se tengan en alto y no dejen que nadie los haga sentir menos de lo que realmente son." 
Si quieres compartir tu historia, así sea para buscar apoyo o para alentar a otros a atreverse a hablar, puedes comunicarte con algún miembro de nuestro Periódico. Espera próximamente otros testimonios, de jóvenes como tú y yo. 



domingo, 17 de febrero de 2013

Reafirmando el amor, el respeto y la tolerancia


Reafirmando el amor, el respeto y la tolerancia
Por Némesis Irizarry     

     El pasado jueves, 14 de febrero de 2013, Día del Amor y de la Amistad, el equipo de trabajo de nuestro Periódico Avance se manifestó ante tan esperado día. El mensaje primordial que motivó a los jóvenes del grupo de periodismo a llevar a acabo esta actividad, fue manifestarse en  contra del "bullying". Profesores, principales, padres, jóvenes y chicos se dieron cita en el patio interior del Colegio para compartir tan emotivo momento. Uno que buscaba afianzar la confraternización y reflexionar sobre el verdadero significado del día de San Valentín.   
     Al ser este es un día muy especial para todos, el Periódico junto a algunos padres desearon enfatizar la falta de amor que carecen muchos niños y jóvenes en nuestros días. Muchos son aquejados emocional, psicológica y físicamente alrededor de todo el mundo.  La actividad comenzó con un corto, pero profundo mensaje de parte del joven periodista, Ricardo Miranda -miembro del grupo de periodismo lasallista-, a quien jóvenes y niños desde kínder a duodécimo grado, vestidos con camisas rojas que aludían al día de San Valentín escuchaban atentamente. El joven nos recordó a todos lo que realmente simboliza el amor, el respeto y la tolerancia: atributos que siempre debemos llevar con nosotros ante cualquier situación. La aquiescencia de las mismas son las que impiden acciones tan cruel y desconsideradas como el bullying. 
     Al finalizar tal pensamiento, la joven Melanie Nieves, nos deleitó con la lectura bíblica, Corintios 13, la cual revela explícitamente la grandeza del amor, su poder, su amplitud, y su verdadero significado y propósito. Finalmente, para culminar la pequeña actividad, mientras los miembros del Periódico Avance sostenían carteles con mensajes "anti-bullying", se tocó una muy conocida canción de Franco de Vita, "Dónde está el amor". La misma fue con el propósito de hacerle entender a los jóvenes de una manera más dinámica el mensaje que queríamos llevar: la falta de amor es tal vez la razón oculta ante tantas dolencias de nuestra sociedad. Jóvenes, chicos y hasta los más chiquitos cantaban cada verso de la canción y compartían entre ellos muestras de afectos, lo cual hizo que el mensaje anti-bullying, en reafirmación del respeto llegara aún más. 
      Una vez más, los jóvenes lasallistas dieron fe de su interés por concienciar a sus pares, y hacer un llamado por recuperar los valores y principios que han trascendido todos los tiempos. Aprovechar este día fue una muestra de la reafirmación genuina de amarnos, y aceptarnos tal y como somos, mientras juntos hacemos un llamado en contra de cualquier tipo de acoso. Cada ser humano es un diamante no importa de qué tamaño o de qué tipo sea, y por lo tanto, tiene un gran valor. 

Video de la actividad:

sábado, 16 de febrero de 2013

My Space, Facebook... un arma de doble filo

My Space, Facebook... un arma de doble filo
Por Arianna Montes

     Sabemos que el cyberbullying existe porque a lo mejor nos ha sucedido en algún momento o tal vez conocemos de alguien que ha sido un bully u otra persona que tristemente ha sido víctima de  alguno. Pero, ¿de verdad conocemos lo fatal que puede ser este acto? 

     El cyberbullying es la publicación electrónica de mensajes acosadores y odiosos a una persona que usualmente son anónimos. Hay veces que el cyberbullying termina cuando la víctima o algún familiar denuncia el suceso. Otras veces la víctima se queda callada pero alguna persona cercana nota que su comportamiento ha cambiado y la persona afectada anda más depresiva que nunca. Asimismo, hay casos en los que simplemente el daño se hace y nadie se compadece de las víctimas.  A partir de esto las consecuencias son fatales, literalmente. Para comprender más a fondo algunas de las consecuencias del cyberbullying se dataran algunos casos. 

     Solemos pensar que el cyberbullying se da entre estudiantes de escuela intermedia y superior solamente, pero este no fue el caso de Tyler Clementi. Tyler era un estudiante de primer año en Rutgers University que le gustaba mucho tocar violín. Un día publicó en su página de Facebook que se iba a lanzar de un puente cercano y murió alrededor de diez minutos después.  Tyler fue acosado a raíz de un vídeo que revelaba un encuentro sexual con un hombre. El mismo fue tomado por su amistades y se regó entre estudiantes de la universidad.

     Otro caso es el de Jessica Logan,  una senior rubia de Ohio que se suicidó luego de enviarle a su novio una foto de ella desnuda. Cuando la relación terminó, su exnovio le envió la foto a todos sus contactos de la escuela y estos la acosaron por meses. Sus notas bajaron y por un tiempo paró de ir a la escuela. Llegó  a contar su historia en un programa de televisión con el fin de concienciar a los adolescentes para que no cometieran los mismos errores que ella. Varios meses después asistió a un funeral de un amigo y cuando regresó del mismo, se suicidó guindándose de su closet.

      Por su parte Sarah Lynn Butler fue una chica de tan solo séptimo grado que era bastante popular. A pesar de esto, a menudo le enviaban mensajes de acoso por la red social MySpace diciéndole lo "rapidita" que solía ser. Su mamá  verificaba su página y se dio cuenta de los mensajes, pero su hija la borró de su lista de amigos. Una mañana, su familia no estaba en la casa y Sarah abrió la cuenta de MySpace, donde leyó mensajes que decían que se suicidara: nadie al fin la extrañaría. No pudo aguantar la presión y la humillación de los crueles mensajes de sus supuestos compañeros y se suicidó.

      Nuevamente, la orientación sexual viene a ser punto de discusión en el caso de Kenneth Weishuhn. Este era un estudiante homosexual de noveno grado que se quitó la vida luego de ser acosado en la escuela, en las redes sociales y hasta por teléfono (por donde recibía amenazas de muerte). Sus compañeros de clase llegaron a crear un grupo anti-gay para criticarlo hasta más no poder. Lo más impactante de todo es que los mismos que lo llevaron al suicidio eran sus amigos -antes de que él admitiera su orientación sexual-.

     La red social de MySpace vuelve a ser cómplice de la falta de tolerancia. Rachel Neblett era una jovencita que constantemente recibía mensajes electrónicos de acecho por MySpace que eran de naturaleza terrorista.  Le llegaron a decir una vez "No pienso ponerte en el hospital, sino en la morgue". Sus padres intentaron tomar acción quejándose con la administración de la escuela: era obvio que su acosador era cercano a ella y estudiaba ahí. Rachel no podía vivir sintiéndose tan amenazada  por lo que se quitó la vida luego de recibir el mensaje. 

      Uno de los últimos casos que más ha llamado la atención lo fue  el de Amanda Todd. Tal vez porque el mismo fue a través de las mismas redes sociales que se difundió ante la falta de tolerancia, abuso, humillación y frialdad. A su vez,  la misma víctima fue quien decidió contar su historia a través de un vídeo un mes antes de suicidarse. Cuando Amanda estaba en séptimo, conoció a un hombre mayor por las redes sociales. Este le pidió que le enviara una foto de ella desnuda y le habló hasta convencerla. Un año después el hombre reapareció en las redes y le pidió que a través de la "webcam" le modelara desnuda y que si no lo hacía publicaría la imagen que tenía desde hacía ya un año. Él conocía todo acerca de sus amistades y su vida: pronto las fotos estaban por todas partes. Cuando el bullying comenzó, Amanda sufrió de depresión, ansiedad y comenzó a beber y drogarse. Un año después, decidió comenzar de nuevo en otra escuela con otros amigos, pero pronto el hombre creó una página en Facebook con la foto de ella desnuda. Esto se regó entre sus nuevas amistades que comenzaron a ignorarla y a llamarla por nombres soeces constantemente. Amanda comenzó a hacerse daño a ella misma: cortándose... Nuevamente, cambió de escuela y en esta coqueteó con un chico que le gustaba. El chico tenía novia, pero ella no lo sabía. Pronto, llegaron "amigas" de su escuela anterior y la golpearon -una detrás de la otra- mientras otras personas grababan el acontecimiento. Su padre la encontró en el suelo y la llevó a la casa, donde Amanda intentó suicidarse tomando cloro. Su familia decidió mudarse por última vez, pero Amanda seguía en terapias, deprimida y provocándose heridas. Poco después, publicó un vídeo  contando toda su historia a través de papeles, y un mes después se suicidó. 

     Lo peor...estos son solo seis casos de cyberbullying. En los Estados Unidos, uno de cada tres adolescentes ha sido víctima de acoso por las redes sociales o por mensajes de texto. Existen muchos casos y pueden ser hasta peores de los que se ha mencionado. Contar estas historias sirve para que se reconozca la gravedad de este asunto. Tal vez es inverosímil creer que hay personas capaces de tales actos o que comentarios calen tanto en la psiquis de las personas. ¿Qué  lleva a una persona -sin importar la edad- llegar a ser tan frívolos para actuar de esta manera? Las respuestas serían interminables y discutibles, pero sin duda la falta de tolerancia, empatía y deterioro en los valores pueden ser solo algunas de las razones. Así que, hay que estar pendiente del giro que las redes sociales están tomando, y es de los padres ser responsables en ver qué su hijo hace frente a una computadora, parece que el acceso al internet se está convirtiendo en la nueva arma de nuestros tiempos. 

A continuación el video de Amanda Tood:




jueves, 7 de febrero de 2013

Crónica- "Entre cuatro paredes"


Entre cuatro paredes
Por Ricardo Miranda Rodríguez

      Los rayos del sol se asoman su ventana y poco a poco entra el calor a la habitación. Sin embargo, él lo ignora: no quiere levantarse. Su madre le llama varias veces y le dice que se le hace tarde, pero él busca cualquier excusa para quedarse en casa. Su madre insiste -ya molesta- y no tiene más remedio que levantarse. Ya arreglándose, las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas pecosas. Nadie sospecha que algo ocurre; todos piensan que todo anda bien.
     Camino a la escuela, comienza a sentir un fuerte dolor de estómago, pero finge estar bien: no quiere admitir nada. Se pone sus audífonos y recuesta su cabeza en la ventanilla. Una vez llega a la escuela, su madre se despide y nota que su hijo está triste. Le pregunta si algo ocurre y el responde que no con su cabeza pelirroja. No le queda más a su madre que darle la bendición y y seguir hacia su trabajo.
    El dolor de estómago aún no ha desaparecido, no ni quiere merendar… La mañana transcurre a ritmo “normal” pero él siente que las horas pasan lento y pronto vivirá de nuevo lo que tanto teme. Suena el timbre que anuncia el recreo y todos se levantan muy animados, excepto él. Todos salen del salón, menos él... Su maestra nota algo extraño y le pregunta si todo está bien. Una vez más encoge su rostro y con un ambiguo gesto responde que sí. Salen juntos del salón y justo en la esquina un grupo de varones, mayores que él, le hablan entre risas y murmullos. La maestra sin darse cuenta, le dice que vaya y juegue con sus amigos.
    Él camina en dirección contraria, tratando de huir. Los muchachos corren hacia donde él y comienzan a insultarlo. Le quitan su almuerzo, lo empujan, lo golpean y lo obligan a callar lo que está ocurriendo, lo amenazan para que no hable. Él se aleja, mientras ellos se siguen burlando hasta que suena el timbre que anuncia el regreso al salón.
     Vuelve a su asiento tembloroso,  sin ánimos. La maestra le vuelve a preguntar si está todo bien y lo envía a la oficina de la directora. Pero él recuerda las amenazas que le hicieron aquellos muchachos y le dice que no quiere ir.  
     Llegó por fin la hora de salida y su madre ya lo estaba esperando. Salió rápido para montarse en el auto. Su madre le preguntó sobre su día y él vuelve a repetir que todo había estado normal. Su madre no sospecha nada… Esa noche él no quiere hacer nada, ni si quiera comer. Dice que está cansado y prefiere quedarse encerrado en su cuarto. Su mamá lo hace dormido, mientras de él solo se escucha el llanto. Se siente solo, triste, con mucho miedo y no sabe que más hacer. Lo peor de todo, no se atreve a  hablar sobre lo que le ocurre. Le pide a Dios que lo ayude y que esa noche nunca termine: prefiere no volver jamás a la escuela. Se pregunta cuántos otros habrá igual que él, cuántos otros sabrán de injusticias y se hacen cómplices, cuántos dormirán rogando a que no llegue el mañana, así como él… ¿Cuántos otros?  Entre sollozos, preguntas y llanto: se quedó dormido.
      

lunes, 4 de febrero de 2013

Editorial- ¿Quiénes nos creemos?


¿Quiénes nos creemos?
Por Carla Del Valle
Día a día escuchamos historias impactantes. Este fue el caso de la historia de Amanda Todd, una adolescente que se quitó la vida a causa del “bullying” a su corta edad, de 15 años. ¿Acaso, tú piensas lo que vas a decir antes de hablar? ¿Estás consciente de las palabras que usas para describir a otros? Nunca debemos hacer lo que no nos gustaría que nos hicieran. No debemos herir a nadie, física ni mucho menos emocionalmente. No somos nadie ni tenemos el derecho de humillar a otros. Todos podemos tener problemas y situaciones difíciles, y en vez de pisotear y tratar a otros como basura, necesitan de nuestro apoyo. No solo hay que valorar la vida de uno sino también la de los demás. Hay personas que durante toda su vida recordaran las palabras que, tal vez, destrozaron en algún momento su corazón. 
Según algunos datos un 56% de los estudiantes han sentido personalmente algún tipo de acoso en la escuela. Entre el cuarto grado y octavo grado en particular: el 90% de los estudiantes son víctimas de acoso escolar. La razón más común para ser acosado es la apariencia física de un estudiante. Alrededor de 2 de cada 5 adolescentes sienten que son intimidados por la forma en que se ven. Uno de cada 10 estudiantes abandonan la escuela porque se sienten intimidados (como fue el caso de Amanda Todd). Un 57% de los estudiantes que sufren acoso en la escuela nunca reportan el incidente. Un 10% de los que no lo reportan, lo hacen porque no creen que los maestros o el personal pueda hacer algo. Como resultado, más de una cuarta parte de los estudiantes sienten estar en la escuela es un lugar a veces triste, angustiante y peligroso.
A lo mejor te preguntarás si esto era realmente necesario saberlo. A lo mejor piensas que no está pasando a tu alrededor, pero el “bullying” siempre esta ahí. A veces decimos comentarios o hacemos bromas que pensamos que son graciosas, pero, ¿realmente fue necesario llamar a aquel niño “feo”, “gordo” o “tonto”? Pensamos que son comentarios que no afectan porque creemos que son palabras “bobas”; pero a lo mejor no sabes cuántas veces lo han llamado de esa manera. Una simple palabra como “boba” puede hacer que ese alguien se sienta mal acerca sí mismo.

Todos somos diferentes y eso es lo que hace que cada uno sea especial. Es parte de la diversidad de la vida. En la vida todo el mundo te criticará. Vivimos en una sociedad que, lamentablemente, vive la vida de los demás. Si algún día alguna persona te dice algo ofensivo o te hace alguna broma que para ti no fue graciosa, comunícaselo a un adulto. La escuela es un lugar, donde venimos a aprender y a socializar. Recuerda que la escuela muchas veces es como nuestro segundo hogar y en un hogar todos debemos sentirnos seguros y respetados. Si has sido testigo de una escena de “bullying”, notifícalo... Dejarlo para mañana puede ser demasiado tarde, y peor aún, tú eres igual de culpable que el que lo hace. ¡No calles! La vida de otro y sus sentimientos pueden depender de ti. Recuerda, lo que para ti parece ser insignificante, para otros puede ser una vida entera. Valoremos la dignidad de cada ser humano. “El mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión” (Paulo Coehlo). ¡Atrévete a romper barreras! Dile no al “bullying”.