Reseña: Documental "Bully"

Reseña: Documental "Bully"

Por Samantha Tron

         En el 2011 alrededor de 13 millones de estudiantes estadounidenses se vieron afectados por el “bullying”. El documental "Bully" fue grabado en varios estados de los Estados Unidos: Georgia, Iowa, Mississippi, Texas y Oklahoma. Este fue publicado en abril de 2011 y fue dirigido por el cineasta ganador Lee Hirsh. Este documental narra la historia de cinco familias que fueron afectadas por casos de “bullying”.

        Dos de las  cinco familias  que presenta el documental, ya han perdido a sus hijos a causa de casos de “bullying”. Este fue el caso de  Ty Smalley, un niño de apenas 11 años,  quien decidió terminar con su vida porque no aguantaba más el acoso escolar que estaba viviendo y Tyler Long, un joven de 17 años que se ahorcó porque sus amigos le decían que su vida no valía nada.

        El documental comienza con un video de Tyler, cuando era un niño pequeño, que fue grabado por su padre, en el estado de Georgia.  Este cuenta cómo a los pocos años de edad, su hijo se encontraba solo y aislado y cómo eso le trajo problemas: tantos que lo llevó a terminar con su propia vida. Al igual que los padres de Tyler como los de Ty, -tras la muerte de sus hijos-, estos se convierten en activistas para combatir el “bullying”.

         La historia de Alex Libby muestra que en su caso, el “bullying” comenzaba desde que él salía de su casa y esperaba en la parada del autobús. Cuando llegaban los otros estudiantes, estos le llamaban por nombres despectivos y burlones, especialmente “cara de pez”. De igual forma, lo golpeaban, acciones que fueron grabadas por una cámara escondida que estaba dentro del autobús.

         En el caso de Kelby Johnson, el “bullying” comenzó cuando ella decidió hablar y aceptar sus preferencias sexuales que eran diferentes a la norma. Es decir, su orientación sexual: no era ser heterosexual, sino lesbiana. Kelby nunca perdió sus verdaderas amistades y estas se mantuvieron junto a ella en sus momentos más difíciles. Pero el desprecio hacia ella afectó a sus amistades también. Estas se vieron afectadas y acosadas por otros compañeros que les decían que ellas también eran lesbianas. 

        Ja’Meya Jackson, una muchacha de 14 años de edad, cuenta su historia junto a su mamá a raíz de que esta fuera detenida por sacar una pistola en el autobús escolar. Ja’Meya cuenta que solo quería asustar a sus compañeros que la acosaban y humillaban, su intención no era lastimar ni herir a nadie, y así fue. Un estudiante la detuvo y llegó a soltar la pistola que traía. Luego, fue detenida y arrestada por la policía. Al poseer un arma y atentar contra la vida de otras personas, Ja’Meya fue acusada y le pusieron cargos en su contra. Después de un tiempo, los cargos fueron retirados y se pudo ir a su casa libremente.  

        Por su parte, la madre de Tyler Long, cuenta la historia trágica de cómo encuentró a su hijo ahorcado dentro del closet de su casa. Tanto la madre como el padre de Tyler dicen que no les causó tanta sorpresa el encontrar la carta que les había dejado su ni encontrarlo así. Ambos estaban conscientes de lo que estaba viviendo. Estos hablaron en la escuela: con los maestros y directores, pero estos no hicieron nada.

        Por último, se presenta el caso de Ty Smalley narrado por sus padres. Estos hablan de cómo su hijo fue acosado a tal grado de quitarse la vida teniendo solo 11 años de edad. Sus padres cuentan que nadie los escuchaba ni les ofrecieron ayuda, ni a ellos como padres ni a su hijo como víctima. Los maestros, directores y superintendentes de las escuelas en las que los niños estudiaban, fueron informados de los casos del “bullying” que estaban sufriendo los estudiantes y sin embargo, estando conscientes de lo que estaba sucediendo, no hicieron nada. Uno de ellos contestó ante las preocupaciones de los padres con la frase: “Kids will be kids. Boys will be boys. And they are just cruel at this age”. A pesar de que se cometieron dos suicidios, el de Ty y el de Tyler, los maestros continúan sin hacer nada, o solamente les dicen que eso está mal y ya. Estos no toman otras medidas ni parecen preocuparse genuinamente al respecto.

        Ante esta indiferencia, los padres de Tyler Long y los de Ty Smalley comenzaron una campaña contra el “bullying”. El objetivo tras esta campaña es terminar con el “bullying” antes de que este termine con la vida de otros niños, como lo hizo con la vida de sus hijos. El documental culmina con la campaña que crean los padres de Tyle y de Ty, quienes llegan a las escuelas de Alex, Ja’Meya y de Kelby. El padre de Ty comentó que no importaba donde él se encuentrará, si él veía a alguien siendo acosado o cometiendo alguna injusticia contra alguien, él se involucraría porque el “bullying” necesita terminarse ya.